Clan RevengeCrush
 
  Bienvenidos
  Utilidades
  Fanficks
  Log in
  Papeleta
  Contactanos
  Foros
  Piensalo bien
  Descargas
  Juegos Flash
  Juegos on-line (guias)
  Clientes Juegos MMORPG
  Adopcion de Link
  Newslatter
  Contador
  Curiosidades
  => ¿Por que la guerra de las galaxias es mejor que el titanic?
  => Teoria de la anti_gravedad
  => La saga de los Asnar I
  => Manual del mal
  => Leyes del anime
  => Por q la gallina cruzo la calle
  => Las indirectas de un seme
  => Las razones por las q a un uke les gustan los seme
  => Mandamientos de un seme
  => Consejos para un Seme
  => Mandamientos de un uke
  => 7 Pecados para un uke
  => 7 Pecados para un Seme
  => Dicionarios para Seme y Uke
  => Dicionario sexual japones
  => Manual Seme
  => Manual Uke
  => Manual Suke
  => Estas traumado con el yaoi cuando
  Videos
  Jut Box
  Galeria
  Mangas
  Mapa de coneccion
  Libro de visitas
  Galerias
  Top RevengeCrush
  Series
La saga de los Asnar I
La Zaga de los Asnar I

El teniente Miguel Angel Asnar, miraba furiosamente a su segundo en el mando del pelotón, la sargento María de las Tres Victorias Empalmer, que permanecía en rígida posición de firmes ante su superior.
Era la sargento una mujer baja y menudita, con un pelo castaño cortado militarmente y ojos brillantes en los que chispeaba una mirada maliciosa. Vestía la armadura de combate completa del cristal llamado diamantina, SuperCETME desintegrador colgado al hombro, bolsa de costado y cinturón repleto de granadas.
-Sargento -dijo Miguel Angel- Usted cree que esa es la forma correcta de vestir de un suboficial.
-Mire mi teniente -dijo sacando pecho- El caso es que tengo el sistema de aire acondicionado mal, y así voy mas fresquita.
-Bien pero al menos podría llevar unos sostenes mas, mas... ¡se le esta saliendo un pezón!
-Mi teniente, es que es tan difícil encontrarlos de mi talla... y no querrá que me desnude aquí.
-Eso no creo que excuse el tamaño de las braguitas, pero lo que es ya el colmo es ese liguero morado.
-Las ordenanzas de Carlos III nos permiten a las mujeres en el ejercito llevar algún detalle femenino -protestó María de las Tres Victorias.
-Se supone que eso se refiere a unos pendientes o algo así -dijo rígidamente Miguel Angel- Imagínese lo que será eso para la moral de las tropas.
-¡Oh no, mi teniente! -dijo la sargento- Ya vera como no. ¡Soldado de primera López! -llamó.
Apareció un tosco e hirsuto individuo, armado de pies a cabeza, con los negros y ceñidos leotardos de una pieza, que eran el uniforme de las fuerzas terrestres del autoplaneta Salera, ostentando en el pecho una L que se notaba que no hacia mucho había sido gamada.
-¡A sus oddenes mi sahento! -dijo el atlético joven.
-Mira cielo -dijo María de las Tres Victorias, con un aleteo de pestañas- Allí afuera hay un par de repelentes bestias grises que no dejan de mirarme, y me están molestando. Te importaría encargarte de ellos.
-Lo que usted mande mi sahento -dijo, y partió como una flecha hacia las líneas enemigas. Miguel Angel se quedo mirando horrorizado a la sargento.
-¿Pero que ha hecho usted? -dijo- A enviado a ese hombre a una muerte segura.
-¡Oh no! -dijo María de las Tres Victorias- López es un chico muy apañado. -y quitándose los guanteletes se puso a arreglarse sus pulidas uñas.
-Pero eso es un nido de...
No pudo terminar, ya que una gran explosión le hizo tambalearse.
-¡Dios mío! -dijo Asnar- Eso a sido una explosión atómica.
-¡Que va! -contesto la sargento- Apenas unos gramotones de nada. La verdad es que el chico es algo brusco. En esto apareció jadeante el soldado López, llevando como trofeos de su victoria dos cabezas y un rabo de Toorbod.
-Tenga mi sahento -dijo López- y además -continuo ruborizandose- Por el camino me encontré un hombre de silicio de la ultima invasión, y pensé...
Y sacando de la bolsa una cabeza de silicio, se la ofreció tímidamente a María de las Tres Victorias.
-¡Oh! Que detalle mas encantador.
-Nahumitas no quedaban ya -balbuceó López con una sonrisa bobalicona.
-No importa ¿No eres tu quien quería aquel destinillo de cabo furriel de la compañía? -dijo María de...etc.
-Si mi sahento -dijo López con un brillo de codicia en los ojos.
-Pues creo que... ¿No mi teniente?.
-¡Ah! Si, si -dijo Asnar sin salir de su estupefacción- ¿Es usted familia de los López del milagro económico?.
-Si mi teniente -dijo el soldado- Ambos son tíos míos.
-¡Ale! Pues ya es usted cabo.
-Pues yo por mi parte te doy mañana día de permiso para que vayas a Nuevo Madrid -dijo la Empalmer- Y de paso vas al sex-shoop de la calle Nuevo Serrano y me traes la lencería que encargué..
Y cogiéndole amistosamente por el brazo se alejo con el mientras le decía.
-Mira cariño, ahora que eres cabo me vas a ayudar a subir la moral de...
Miguel Angel Asnar se quedo contemplando con algo mas que admiración como se alejaba María de las Tres Victorias, que a pesar de la armadura de cristal, se las apañaba para mover graciosamente las nalgas, en una de las cuales llevaba tatuada la rosa con la E de los Empalmer.
 
 
   
Total: 22273 visitantes registrados
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis